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 Consejos para lidiar con el fraude de automóviles



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La industria automotriz y sus concesionarios están plagados de estafas y fraudes, y el comprador potencial debe saber cómo funcionan estas estafas y cómo evitarlas. Hay muchos concesionarios que manejan negocios de buena reputación y pueden hacer que los compradores suban a un vehículo sin utilizar medios fraudulentos, pero siempre hay personas o empresas que buscan formas de llevar a los consumidores a dar un paseo. El estado de California, San Diego y Los Ángeles en el sur de California en particular, es el hogar de muchos de estos estafadores. Incluso los estados más pequeños como Oklahoma tienen su parte de casos de fraude y los abogados están tan ocupados como los abogados en el mercado más grande de California. Si tiene suerte, no será víctima de uno de estos distribuidores de mala reputación, pero es aconsejable estar al tanto de posibles estafas antes de dirigirse al distribuidor. Aquí hay algunos consejos sobre cómo lidiar con el fraude de automóviles.


Las personas con mal crédito a menudo son víctimas de fraude en los concesionarios. Son presa fácil, muchas veces por el hecho de que creen que no pueden conseguir financiación. Las peores ofensas suelen ocurrir en la oficina de finanzas, donde el comprador potencial a menudo baja la guardia. Una forma de disminuir la posibilidad de ser estafado es presentarse sin comercio y obtener su financiamiento a través de su banco, con un giro bancario en la mano.


Uno de los fraudes más comunes cometidos por los concesionarios de automóviles y que los abogados ven con frecuencia es la estafa de tarifas de publicidad. Los distribuidores introducen en el contrato una tarifa de publicidad. A menudo, la tarifa de publicidad está en la factura de fábrica. Los distribuidores agregan una segunda "tarifa" de publicidad que se convierte en pura ganancia para ellos. La forma de evitarlo es simplemente pedir que se quite el contrato. Si el distribuidor le dice que la fábrica no le cobra una tarifa de publicidad, pídale que le muestre la factura. Si no hay una tarifa en la factura, lo que es poco probable, está bien que el distribuidor cobre entre el 1 % y el 3 % del precio minorista sugerido por el fabricante o MSRP por una tarifa de publicidad. Si no aparece en la factura, entonces la tarifa es completamente negociable. Si aparece en la factura, entonces ese es un caso de costo del distribuidor y no es negociable.


Si cree que es víctima de un fraude automovilístico, la mejor manera de lidiar con esto es comunicarse con un abogado y conocer cuáles son sus opciones y derechos. Si tiene un buen caso, un abogado no tendrá problemas para presentar su queja ante el tribunal.


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