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 Prevención de la corrosión: lo que su vehículo no puede decirle


Cuerpo del artículo:

Si vive en un estado donde la nieve y el hielo cubren el suelo cada invierno, probablemente sepa lo necesario que es quitar el hielo de las carreteras. Desde la década de 1930, cuando se pensó originalmente que la sal funcionaba para este propósito, las agencias han estado utilizando este método probado y verdadero para mantener las carreteras seguras para conducir. La sal funciona debido a su capacidad natural para derretir el hielo sin agregar demasiados productos químicos agresivos al medio ambiente. Pero la sal es, como todos hemos visto, bastante corrosiva y, con el tiempo, puede causar que los vehículos se oxiden, acortando su vida útil.


A partir de 1976, NACE International (anteriormente la Asociación Nacional de Ingenieros de Corrosión), con sede en Houston, Texas, comenzó a estudiar rutinariamente las tasas de corrosión en vehículos más antiguos. En ese momento, el 90% de los vehículos de seis años o más tenían daños por oxidación. La mayor parte de ese óxido podría atribuirse al deshielo (aunque vivir cerca de cuerpos de agua salada donde el aire tiene un mayor contenido de sal también fue un factor clave).


Los fabricantes de automóviles vieron la necesidad de mejorar los automóviles que se vendían en las zonas costeras y la región del cinturón de nieve de los Estados Unidos. Comenzaron a realizar mejoras que incluyeron sistemas de escape de acero inoxidable; imprimación de electrodeposición anódica; timoneras de acero galvanizado; fosfato de tamaño cristalino para una mejor resistencia a la corrosión; revestimientos de carrocería anti-astillas; conectores eléctricos weatherpac; y productos de acero pre-revestidos de dos caras.


La combinación de estas mejoras ayudó a reducir la perforación por óxido del 90 % a mediados de los años 70 a solo el 20 % en 1980. El trabajo adicional en la prevención de la oxidación redujo la cantidad de autos oxidados de 6 años a solo el 6 % diez años después. Los desarrollos significativos en la prevención de la oxidación que fueron responsables de esta caída también llevaron a mejores garantías contra la corrosión.


La clave para asegurarse de no ser parte del seis por ciento es comprar un automóvil con una garantía anticorrosión mejor que el promedio. Las garantías le dicen algo sobre la confianza que un fabricante tiene en el automóvil que produce, porque si comenzaran a perder dinero en garantías, cambiarían la garantía para promediar sus costos. Por ejemplo, Isuzu ofrece una garantía de 6 años/100 000 millas contra perforación por corrosión. Eso es un 20% mejor que la garantía típica de 5 años. Si no está seguro de cambiar su vehículo o venderlo después de cinco años, es mejor comprar uno con una mejor garantía para mantenerlo protegido.


Las mejoras a los vehículos en el área de prevención de perforaciones han tenido otros efectos positivos. No solo ayuda al consumidor al extender la vida útil del vehículo, sino que también permite que los escasos dólares para el mantenimiento de carreteras se utilicen para algo más que el desarrollo de descongeladores alternativos. Esos dólares ahora se pueden gastar en el mantenimiento de las carreteras (lo que reduce los accidentes y las muertes), más quitanieves para despejar las carreteras más rápidamente después de intensos períodos de nevadas y en trabajadores adicionales, lo que reduce el desempleo y mejora la economía.


Armar su automóvil con una buena garantía anticorrosión significa que no necesita preocuparse por conducir en calles con sal. Puede estar seguro de que su vehículo está protegido. Y con las calles descongeladas, su vehículo puede protegerlo a usted y a sus pasajeros de manera más eficaz.


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