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prueba ford fiesta 2020

prueba ford fiesta 2020¿Porsche o Ferrari?


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Porsche y Ferrari son las caras alemana e italiana de la misma moneda, respectivamente. Cada uno representa una interpretación única del concepto de automóvil deportivo. Ambos fueron fundados por un patriarca dominante, ambos diseños tienen más de 50 años, ambos perfeccionaron su oficio en las carreras y ambos poseen integridad de ingeniería y estilo. Ya sea en la pista de Le Mans o en las calles urbanas, las dos marcas se han enfrentado constantemente para compararlas y contrastarlas. Incluso aquellos automovilistas que no se conmueven con los autos deportivos asocian estos dos nombres tanto con el rendimiento como con el estilo.

Tomemos como ejemplo el metódico Porsche 911 Carrera 4S y el apasionado Ferrari F430. Ambos autos asombran al conductor con su desempeño mientras mantienen con éxito una cantidad respetable de practicidad, pero ninguno pretende ser algo más que un auto deportivo.

Hay ciertas características que todo automóvil deportivo moderno debe poseer. Debe iniciarse con facilidad. Debe maniobrar por la ciudad de manera competente y cortés. Debe ser capaz de, cuando sea necesario, volar a lo largo de caminos rurales. Debe, tanto en apariencia como en rendimiento, hacer eco de sus raíces en la pista de carreras y, al mismo tiempo, ser perfectamente seguro en cualquier carretera.

Dado que ambos autos cumplen y superan estas expectativas con aplomo, y todas las diversas cualidades intangibles se deciden en gran medida por el gusto personal, quizás la forma más fácil de comparar los dos autos es midiendo los hechos y las cifras.

Un número que impresiona de inmediato es la aceleración ultrarrápida de 4 segundos de 0 a 100 km/h del Ferrari. El V8 de 4.3 litros de nueva generación genera 368 kilovatios rugientes, fijando a los ocupantes a sus asientos. Si bien la aceleración del Porsche también ofrece la emoción de un paseo en un parque de diversiones que un superauto debe ofrecer, es 0,8 segundos más lento en la marca de 100 km/k.

Por supuesto, tal rendimiento de aceleración no vale mucho a menos que los autos también se destaquen en el departamento de frenado, lo cual ambos hacen. Cada automóvil viene con frenos de disco de cerámica opcionales, lo que permite una frenada impresionante.

En el departamento de motores, Porsche gana la delantera. Con su motor más refinado, Porsche gana puntos por economía, ganando 18,3 litros cada 100 km, mientras que Ferrari ocupa un distante segundo lugar con apenas 11,8 litros cada 100 km. Ambos autos entregan la potencia a través de impresionantes cajas de cambios de 6 velocidades y se mantienen pegados a la carretera con un rendimiento de manejo de primer nivel.

Aunque el espacio es algo limitado, tanto el F430 como el Carrera 4S ofrecen un gran confort interior. Los ocupantes no se sentirán apretados ni claustrofóbicos. Aunque Ferrari luce una mezcla impresionante de gamuza, fibra de carbono y aluminio, los italianos simplemente no pueden responder al ajuste y acabado de precisión alcanzado por los alemanes.

Los elementos clave de cualquier supercoche son la velocidad y el silencio. El estilo y la postura del automóvil atraen a los compradores más que números en bruto. Fiel a sus raíces Porsche, el Carrera 4S, a pesar de las nuevas proporciones, es visualmente reconocible como miembro de la familia 911. Si bien ciertamente es un automóvil de gran apariencia, de alguna manera el estilo ya no crea la reacción asombrosa que alguna vez hizo. Aunque los tradicionalistas insistan en que Porsche rinda homenaje a sus raíces, la verdad es que el Ferrari F430 llama la atención y llama la atención.

Independientemente de si el Ferrari F430 te detiene en seco con su apariencia, el título de súper auto debe ir para el Porsche Carrera 4S, que representa un paquete más completo.

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