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Muchos dueños piensan que el hábito de perseguir autos de su perro es divertido y bromean al respecto, pero pensarán lo contrario cuando su perro se lastime, o peor aún, si un niño o un adulto se lastiman a causa de su auto...


Palabras clave:
Persecución de coches. Chasing Cars, perros que persiguen autos, perros que persiguen autos.


Cuerpo del artículo:
Perros - Persecución de coches

Perseguir autos con perros es un problema serio. Más grave de lo que muchos propietarios creen.

La persecución de perros no solo pone en riesgo al perro, sino que también pone en riesgo al conductor del automóvil y a muchos otros usuarios de la carretera.

Los perros que persiguen coches no suelen vivir hasta una edad avanzada.

Muchos dueños piensan que el hábito de perseguir autos de su perro es divertido y bromean al respecto, pero pensarán de otra manera cuando su perro se lastima, o peor aún, si un niño o un adulto se lastima debido al hábito de perseguir autos de su perro. Un perro que persigue coches también perseguirá motos y empujará bicicletas. Realmente no es una broma ser perseguido por un perro cuando andas en bicicleta, y es mucho más peligroso para el ciclista.

Perseguir autos es un comportamiento totalmente natural para un perro, ya que el instinto natural de un perro es perseguir cualquier cosa que se mueva, ya sea un gato, un conejo, un corredor o una bicicleta. Pero el hecho de que la persecución de automóviles sea natural no significa que deba permitirse que suceda y se convierta en un hábito. La persecución de automóviles puede deberse a sus instintos depredadores o por diversión, también posiblemente por instintos territoriales, ahuyentando a un intruso. Perseguir autos se convierte en un problema con las personas que llaman regularmente, como el lechero, el repartidor de periódicos o el cartero, que llaman regularmente. Su perro pronto anticipará su llegada y los esperará, persiguiéndolos fuera de las instalaciones, este es un instinto de protección y uno que vienen a disfrutar.

Si su perro tiene el hábito de perseguir autos, nunca se le debe permitir correr suelto, donde tendría la oportunidad de perseguir autos, hasta que pueda ser controlado por una orden de usted.

Entrenamiento para ayudarte a curar a tu perro de la persecución de coches.

Comience en casa, con él a la cabeza. Lánzale juguetes e inmediatamente pídele que se “salga” o llámalo, si no responde puedes hacer cumplir tu orden con un fuerte tirón de la correa. Practica esto hasta que responda, como debería. Ofrezca una recompensa cada vez que responda rápidamente.

A continuación, pida a un amigo que corra, monte en bicicleta o pase en coche. Practica todo si es posible, pero más particularmente el que ya es "malo". Y practica la misma técnica hasta que tu perro responda de inmediato, nuevamente otorgándole una recompensa por el comportamiento correcto.

Si usted es víctima de un perro que persigue un automóvil, está limitado a la acción que puede tomar.

Los corredores pueden comprar pequeñas máquinas de mano que emiten un ruido muy fuerte (dispositivos antiataque) o hay algunas que emiten un sonido de tono alto que los humanos no pueden escuchar pero que no son del agrado de los perros. Con un "No" en voz alta apropiado seguido de un "buen chico" en una voz amistosa, y posiblemente un poco de tit. En algunos casos la golosina será beneficiosa, en otros podría hacer que el perro se acerque a ti en busca de una recompensa.

Los motociclistas, que están sujetos a perros que persiguen autos, podrían usar dispositivos similares, también posiblemente un rociador de agua. A los perros no les gusta que les echen agua en la cara. Los motociclistas están limitados a cómo pueden actuar debido a la posibilidad de fallar.

Los conductores de automóviles tienen una opción adicional, pero deben actuar con cuidado. Descubrí que a los perros que persiguen autos no les gusta el sonido de un frenado fuerte, y solo se debe aplicar un par de veces para que el perro se canse.

Esto solo se puede implementar si el perro está a tu lado o detrás de ti mientras conduces. No necesita mucha velocidad, pero cuando pueda ver que el perro está en una posición segura, realmente "pase" los frenos. El sonido de las ruedas deslizándose sobre el asfalto, o mejor aún sobre la grava, hará retroceder al perro. Volverá para un segundo intento, pero se escapará después de una segunda dosis. Notarás que la próxima vez que te encuentres con el perro, seguirá interesado en “probar”, pero estará cansado y una aplicación de frenado lo despedirá.

Hago hincapié en la necesidad de tener cuidado. Es una pena que esta técnica sea demasiado peligrosa para que la usen los ciclistas, a menos que sean muy hábiles.

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